REEMPLAZO TOTAL DE CADERA
El reemplazo total de cadera consiste en sustituir la articulación de la cadera enferma por una prótesis, la que tiene dos componentes, uno del lado femoral y otro del lado de la pelvis. Existen diferentes diseños de prótesis, con superficies de fricción que pueden ser de polietileno, metal o cerámica, fijadas con o sin cemento. La elección del tipo de prótesis a utilizar depende de la enfermedad y la edad del paciente, siendo seleccionada de acuerdo al requerimiento específico para cada caso en particular.
El objetivo de la intervención consiste en intentar aliviar el dolor y mejorar la movilidad e incapacidad de la cadera afectada por distintos procesos articulares o una fractura del cuello del fémur. La indicación más común de esta cirugía es por artrosis, la que se provoca por diferentes causas, provocando un desgaste del cartílago articular y deformación de esta articulación, con limitación de la movilidad, dificultad para la marcha y para la realización de las actividades de la vida diaria. No es extraño que todo el cuadro se acompañe con un acortamiento del miembro afectado, ocasionando cojera.
Es un procedimiento que se hace con bastante frecuencia, por lo que está perfectamente reglado. Es una cirugía que demora alrededor de 90 minutos y ráramente requiere de transfusión sanguínea. La internación es de tres o cuatro días y, dependiendo del tipo de implante usado, permite el apoyo del miembro operado dentro de las 48 horas de realizada la cirugía. Para algunos tipos de prótesis es necesario el uso de muletas durante un periodo de tiempo variable.